Dentro de nuestra situación de aprendizaje "¡Ya es verano!", hemos vivido una actividad sensorial que nos ha entusiasmado: ¡la creación de slime! En el aula específica, esta propuesta ha sido todo un éxito, despertando la curiosidad, la creatividad y las ganas de experimentar de todos y todas.
Para hacer nuestro slime utilizamos ingredientes muy sencillos: cola blanca, espuma de afeitar, colorante y bicarbonato. Cada uno eligió su color favorito y, poco a poco, fuimos mezclando hasta conseguir una textura suave, elástica y esponjosa. ¡La transformación de los materiales fue pura magia!
La espuma aportó una textura muy suave y esponjosa, lo que hizo que la experiencia fuese aún más sensorial. Tocamos, estiramos, amasamos… y lo mejor de todo: ¡nos divertimos muchísimo!
Además de ser divertida, esta actividad nos ayudó a trabajar la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, la atención y la estimulación táctil. Cada niño y niña pudo experimentar a su ritmo, con total libertad y disfrutando del proceso de creación.
Sin duda, una actividad que nos conecta con el aprendizaje a través del juego y la exploración. ¡Y nos llevamos a casa nuestro propio slime como recuerdo!